
Abre una nueva dimensión a partir de la cocina tradicional de Antequera. La juventud presente en los fogones del Saborío del Hacebuche transmite fuerza y vivacidad a cada propuesta clásica de su carta: desde una ensalada campera de tomate hasta una porra antequerana o un flamenquín con mayonesa… de kimchi, para que sientas emociones gourmet a flor de piel.
La fórmula de éxito del restaurante más exquisito del corazón de Antequera localizado en pleno Coso Viejo, pasa por la elegancia natural. Hablo de la misma distinción de esa estatua de bronce de la época romana, el Efebo, con casi 2.000 años de antigüedad, que atesora el Museo de la ciudad, situado casi enfrente del Saborío.
Dicha elegancia está hecha de:
- Respeto a las recetas tradicionales.
- Ingredientes de calidad suprema.
- Creatividad en la presentación
- Dosis extra de alegría en cada plato.
Añadimos a este listado: una sala impecable, con diseño acogedor y vanguardista; una atención exquisita por parte de todo el equipo, con conocimiento super detallado de cada propuesta; y una atmósfera apacible, con el mismo toque de distinción de esa escultura magistral que reposa a poco más de 150 metros de nuestra mesa.
Una cena para 7 personas, parte del equipo organizador de la II edición de Antequera Que Bien Me Sabe, nos ha descubierto la energía vital de Pepa Conde, impulsora del concepto del restaurante, y de su hijo más joven, Javier Pérez Conde, con poco más de 20 años, super inspirado al frente de los fogones.
Ambos interpretan el repertorio gourmet del corazón de Andalucía con toques desenfadados que satisfacen intensamente y siempre con precios de… este mundo: 4,50 euros para la ensalada campera: 12,50 euros para la ensaladilla rusa de melva; 11,00 euros para la porra de Antequera con todos sus complementos: o 5,00 euros para cada flor de alcachofa con jamón.
El flamenquín de merluza, un plato principal para a 4 o 5 comensales, se sitúa en 14,00 euros, mientras que el atún rojo en tataki, todo un coloso para apetitos implacables, se queda en 22,50 euros. Son valores más que razonables capaces de multiplicar el atractivo de un restaurante recomendado por Grupo All Stars con su Placa Roja estrellada.
Saborío del Hacebuche hace honor a su nombre… singular. Ofrece, por un lado, “Saborío” de nueva generación, respetando los valores tradicionales. También “Hacebuche” al regalar el aparato digestivo de cada comensal con platos generosos, como confirmaron las 7 personas presentes en la cena.
Satisfacción plena y ganas enormes de volver a sus mesas para disfrutar el resto de su carta.
VEGA DE ANTEQUERA, LA FUERZA VERDE
El acercamiento a la cocina con raíces que hacen Pepa Conde y Javier Pérez ha arrancado con un plato colosal de ensalada de tomate con huevo y ajos fritos. Es un regalo para la vista, por los colores intensos, vibrantes, de los ingredientes; y para el olfato, con los aromas potentes de los ajos, del aceite de oliva, de la tierra, y de los tomates.

Hay un premio final para el paladar, por los sabores puros e intensos, de los que se quedan entre los mejores recuerdos.
Dos impactos directos para continuar: una porra de Antequera, sencillamente magistral, y una ensaladilla rusa con melva de las que te “vuelan la cabeza” en el mejor sentido.

La fuerza gourmet de la porra de Saborío del Hacebuche nace de la unión de la textura consistente y del toque refrescante de sus “tropezones”: melva, piparras, huevo duro y jamón de calidad. Se os hace la boca agua, seguro, como a todas las personas sentada a la mesa en una noche inolvidable.
Sobresaliente para la ensaladilla rusa, Top 3 en el listado de honores 2025. Con la fuerza de un gran aceite de oliva y el toque marino de la melva. Textura firme y, al mismo tiempo, liviana. En Antequera se conoce la fórmula de la ensaladilla de verdad… es casi un secreto de estado.

FLORES EN LA MESA, FLORES DE ALCACHOFA
Cada flor de alcachofa llegada a la mesa, 5 euros por unidad, confitada a la perfección con aceite de la tierra y regada con virutas de ibérico. Esa alcachofa regala una alegría inconfundible. Crujiente, intensa y repleta de ese sabor característico, potenciado por un aceite de nivel supremo. Impecable.

“Descarga Verde” por todo lo alto en esta primera mitad de la cena. Son propuestas sostenibles y saludables, que confirman la personalidad gourmet de la Vega alrededor de Antequera y de todas las producciones procedentes de esas tierras.
EL FLAMENQUÍN, UN TOQUE DE DISTINCIÓN
El toque señorial de una ciudad como Antequera, capaz de atesorar un Efebo en el Museo de la Ciudad, el MCA, llega también a los fogones. Aquí no tienen cabida los “cachopos” brutales, montones de carne para aplacar apetitos de la España del hambre, aquí se disfruta con los flamenquines, más elegantes, más delicados, más gourmet.
Un punto más de distinción, el flamenquín del Saborío era de merluza y se redondeaba con una mayonesa de kimchi… Nada que ver con cachopos o sucedáneos.

El punto crujiente del rebozado nos ha dejado sin palabras. Es el regalo inicial de un plato divertido y digestivo, muy alegre, que anima hasta el apetito más decaído. Muy bien hecho.
SU EXCELENCIA EL ATÚN ROJO
Va más allá del juego de palabras. El atún rojo brasa en tataki que redondeó el menú salado era excelente, confirmando el dominio del fuego en estos fogones en el momento de tratar un lujo del mar.
Equilibrio perfecto entre el crujiente de los bordes de cada pieza y la carnosidad de su interior, apenas acariciado por las brasas. Sabor impecable, casi sutil, sin rastro de esa pesadez del atún procedente de… piscifactoría, como el comercializado por Balfegó y productores por el estilo.

La propuesta más ambiciosa de esta cena, con una tarifa de 22,50 euros y porciones para casi 4 comensales, ya ha quedado como Su Excelencia. Con eso queda todo dicho.
TARTA DE QUESO PARA EL POSTRE
Si, reconozco que como integrantes de Grupo All Stars, hemos sido muy previsibles al elegir postre para esta cena majestuosa: tarta de queso de cabra al horno con jugo concentrado, “coulis”, de frutos rojos, 6,50 euros. Pero teníamos razones: estábamos en Antequera, patria española del queso de cabra; y nos acompañaba José Luis Martín, el gran gurú del queso en nuestro país, protagonista de dos de los actos más populares en la II edición de Antequera Que Bien Me Sabe.
La tarta estaba espléndida, aromática, con una faceta dulce exacta, de las que no generan ni pizca de sed, y una textura firme, nada de sopas extrañas. Pero, sí hay un pero, lanzado por el experto en quesos: necesitaba una presencia aún más notable de queso artesanal de cabra del terreno. Ahí queda el desafío para este postre singular… de alto voltaje.

El balance de la Primera Cata del Saborío del Hacebuche, en Antequera, es soberbio por el acuerdo perfecto entre todos los factores. Hemos disfrutado desde el primer hasta el último minuto y ya planteamos el retorno.
Es un valor seguro en un escenario como Antequera, que brilla más y más cada día gracias al empuje de sus nuevos protagonistas, responsables de un salto abismal de calidad en restaurantes de nuevo cuño.